Aumento de miopía en niños: cuáles son las 5 recomendaciones para prevenirla y qué terapias se estudian
La miopía es un problema de la forma en que la luz se refleja dentro del ojo y hace que los objetos lejanos se vean borrosos. Con los confinamientos masivos por mucho tiempo en el mundo, la pandemia por el coronavirus acentuó el aumento de los casos de niños con miopía. Transformó la forma de sus globos oculares.
Fue porque los confinamientos llevaron al aumento del tiempo en que los niños pasaban concentrados en pantallas y otros objetos cercanos, y disminuía drásticamente el tiempo que pasaban al aire libre. Ese cambio provocó una modificación notable en la anatomía de los niños. Sus globos oculares se alargaron para adaptarse mejor a las tareas de visión corta.
Ya se han publicado diferentes estudios que demostraron la existencia del incremento de la miopía en los niños en América, Europa y Asia.
Por qué aumenta la miopía
En la Argentina, un estudio demostró que las tasas medias anuales de progresión de la miopía durante el confinamiento estricto por la pandemia fueron más rápidas que en el año anterior, en contraste con la ralentización general de la progresión a medida que los niños crecen.
En Hong Kong, un grupo de investigadores observaron que la incidencia de globos oculares patológicamente alargados en niños de seis años casi se duplicaba en comparación con los niveles anteriores a la pandemia.
Este alargamiento mejora la claridad de las imágenes de cerca en la retina, la capa sensible a la luz situada en la parte posterior del ojo. Pero también hace que los objetos lejanos aparezcan borrosos, lo que provoca la miopía.
Aunque el uso de anteojos puede resolver el problema, la miopía severa puede provocar complicaciones más graves, como desprendimiento de retina, degeneración macular, glaucoma e incluso ceguera permanente.
Las tasas de miopía ya venían aumentando antes de la pandemia, y se había pronosticado que iban a crecer.
Pero ahora esas alarmantes predicciones parecen demasiado modestas, según Neelam Pawar, oftalmóloga pediátrica del Hospital Oftalmológico Aravind de Tirunelveli, en la India, quien considera que los casos de miopía se triplicarán.
Una forma de abordar el problema es que se fomenten más actividades al aire libre durante la infancia, una época en la que es más probable que se produzcan cambios en la estructura ocular.
En diálogo con Infobae, el doctor Leonardo Fernández Irigaray, vicepresidente de la Sociedad Argentina de Oftalmología Infantil y coautor de artículos sobre el problema mundial, afirmó que el objetivo hoy “es ralentizar el progreso de la miopía escolar”.
Por eso, se considera que el tiempo al aire libre es la mejor forma de prevención de la miopía. “Las niñas y los niños deben estar al menos 2 horas por día al aire libre o 14 horas por semana”, dijo. No deberían utilizar tecnologías desde 2 horas antes de irse a dormir para respetar el ritmo circadiano.
Se deberían respetar distancias de trabajo de cerca con buena iluminación: 30 centímetros para los teléfonos móviles, 40 centímetros para tabletas y 50 centímetros para computadoras, precisó Fernández Irigaray.
También el experto dio estos 5 consejos para los padres y a los docentes:
Se debería usar fondo oscuro y letras claras en los teléfonos móviles y las tabletas
Se debería aumentar la luminosidad en las aulas
Hay que hacer pausas visuales en la lectura con la regla 20/20/20: significa que cada 20 minutos de actividad de cerca, se deben hacer pausas de 20 segundos con parpadeo activo y mirando a 20 pies, que equivalen a 6 metros
Se puede usar el fármaco atropina súper diluida al 0,01% por indicación de un profesional de la oftalmología
Se deberían usar anteojos de desenfoque periférico con indicación médica
Ya hubo ensayos aleatorios realizados en Asia oriental que han demostrado que aproximadamente una hora diaria adicional de recreo al aire libre puede reducir notablemente la incidencia de la miopía.
Sin embargo, ha resultado difícil aplicar esos cambios de forma sistemática, especialmente en sociedades con un fuerte énfasis en el rendimiento académico o en zonas urbanas con un acceso limitado a espacios verdes seguros.
En 2010, las autoridades sanitarias de Taiwán introdujeron un programa llamado Tian-Tian 120, que fomenta un mínimo de dos horas diarias de actividad al aire libre. Se le atribuye el mérito de haber frenado el rápido aumento de las tasas de miopía en la región.
Y aunque durante la pandemia se produjo un ligero aumento de los casos de miopía en Taiwán, este repunte fue sustancialmente menor que los observados en otras partes de Asia oriental en aquella época, según los datos recopilados por Pei-Chang Wu, cirujano de retina y especialista en miopía del Kaohsiung Chang Gung Memorial Hospital de Taiwán.
Qué soluciones se estudian para el aumento de la miopía
Por otra parte, se están estudiando formas de introducir el exterior en las aulas con intervenciones que no exigen modificar el comportamiento de los niños, los sistemas educativos o las técnicas de crianza. Aquí, algunas de estas soluciones -aun en estudio- que fueron informadas en la revista Nature:
Poner más luz artificial. Se descubrió que equipar las aulas con lámparas de techo más brillantes de lo habitual, junto con lámparas de pizarra más potentes, redujo significativamente la incidencia de la miopía entre los estudiantes de primaria y secundaria en el noreste de China: de una tasa de aparición del 10% a solo el 4% en un solo año.
Promover la entrada de luz natural: Se deja entrar más luz natural en los entornos de aprendizaje, utilizando vidrio y acero para crear “aulas luminosas”. Estas medidas han sido muy elogiadas por alumnos y profesores.
Dar luz directa a los niños: Es un método aún experimental consiste en suministrar luz directamente al globo ocular, aunque los investigadores no se ponen de acuerdo sobre qué longitud de onda de luz es más beneficiosa y por qué. En Australia, los investigadores han realizado estudios piloto con anteojos especializados en “terapia de luz” que emiten luz verde azulada, una parte del espectro natural de la luz solar.
Uso de realidad virtual: la empresa de dispositivos médicos Dopavision, con sede en Berlín, está probando auriculares de realidad virtual que emiten luz azul de longitud de onda corta en el “punto ciego”, que es el punto de la retina donde se conecta el nervio óptico. En Europa se está realizando un ensayo clínico más amplio de la plataforma, en el que los niños llevan los auriculares mientras juegan a videojuegos.
Luz roja: Es una intervención basada en la luz que está ganando más adeptos en todo el mundo. Se centra en longitudes de onda en el extremo opuesto del espectro de luz visible. El tratamiento, conocido como terapia repetida con luz roja de baja intensidad, consiste en el uso de un dispositivo similar a un microscopio que emite un láser de baja intensidad y gran longitud de onda directamente a los ojos del usuario.
El uso del fármaco atropina: el potencial tratamiento actúa sobre la dopamina. El fármaco ya se utiliza ampliamente para ayudar a controlar la progresión de la miopía y, por lo general, tiene efectos secundarios mínimos. Aun así, para un tratamiento preventivo, incluso los problemas leves de tolerabilidad podrían ser mayores de lo que algunos están dispuestos a aceptar.