“Mientras mantengamos todo prolijamente controlado, con nuestros objetivos bien claros, todo estará bajo control: no habrá ningún peligro… pero tampoco habrá vida.”

Hermano David Steindl-Rast

Empezamos el día de determinada manera y cuando nos acostamos las emociones, pensamientos y conversaciones internas que tenemos son otras. Caminamos el día y nuestra temperatura emocional sube o baja según la circunstancia y el momento. Mantenemos diálogos que no podemos predecir ni sabemos qué resultados obtendremos. El contexto que nos rodea cambia permanentemente. Ya Heráclito, filósofo de la Antigua Grecia, expresó “Ningún hombre pisa dos veces el mismo río, porque no es el mismo río y él no es el mismo hombre.” 

Ahora bien,

¿Cómo superar este miedo y lograr en-tendernos?

Confiando plenamente y valientemente en la vida.  Tenemos derecho a pertenecer a ella y descubrir cómo nuestra originalidad se entrelaza con la vida.  Somos regalo, tal cual somos y valemos sin tener que sujetarnos de ninguna amarra.  Somos proyectos en construcción, y jamás dejamos de serlo. 

En una charla, una persona me decía: “tengo miedo, no sé cómo me va ir, pero quiero hacerlo.” La claridad de lo que deseaba iba amaneciendo hacía ya un tiempo y finalmente eligió desatar los nudos que le impedían confiar en la vida. El otro día volví a encontrarme con él y la sonrisa en su rostro era distinta.  

De cada uno de nosotros depende elegir vivir en el cambio. Lograr confiar para que el viento nos lleve a un nuevo muelle que la vida nos ofrece. La aventura de vivir plenamente, disfrutar los vientos, las lluvias y el sol van a estar, te invito a subirte a este hermoso barco que la vida nos ofrece cada día.  

Wenceslao Gómez Caride - Consultor y especialista en desarrollo humano

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