Este martes 5 de marzo, el coordinador de Salud Ambiental de Zona Sanitaria IV, Juan Fernández Caniggia, brindó tranquilidad respecto al estado de salud de la joven sanmartinense de 14 años que se encuentra internada en Neuquén desde el pasado sábado, tras confirmarse su diagnóstico de Hantavirus.

En diálogo con Radio Fun, indicó que “se encuentra estable, con asistencia respiratoria, pero mejorando” y que, “sus parámetros están volviendo a la normalidad, evolucionando bien”.

Caniggia precisó que la necesidad de trasladar a la menor a la un nosocomio privado de Neuquén se debió principalmente a razones preventivas: “En los cuadros más graves, el Hanta provoca la bajada brusca de las plaquetas, fundamentales para la coagulación. Esto acrecienta los riesgos de hemorragia y en nuestra zona no hay posibilidad de transfusión de plaquetas. Por esta razón, se trasladan esos casos para asegurar tener provisión, en caso de ser necesaria. Es un traslado preventivo, para no tomar el riesgo de tener que esperar, en caso de que el cuerpo del paciente no pueda revertir esta condición por sí solo y se requiera la transfusión”.

Respecto al lugar donde podría haberse producido el contagio del virus, el referente de Zona Sanitaria IV señaló que “tenemos indicios de un campamento realizado días antes de tener los síntomas”, y añadió que “la idea de buscar el sitio ambiental es además evaluarlo para que otras personas no se expongan al riesgo en el mismo lugar”.

Con respecto a las particularidades de la cepa Andes Sur, endémica de nuestra región, puso énfasis en que “tiene una particularidad única en el mundo, ya que puede transmitirse de persona a persona”, siempre y cuando la exposición se haya dado en condiciones específicas: “La transmisión no se da por un simple beso de saludo. Consideramos contactos estrechos a aquellos que hayan estado 30 minutos o más en contacto con la persona contagiada, en un lugar cerrado, a menos de un metro de distancia; o que hayan compartido cualquier utensilio o insumo que requiera transmisión de fluidos, como tomar mate, compartir botella, vaso, cubiertos”. 

Según señaló Caniggia, la búsqueda de estas personas fue delimitada a quienes hubieran mantenido este tipo de contacto desde dos días antes del 25 de febrero (fecha en la que la joven comenzó a presentar síntomas), hasta cinco después. “Una vez determinados los contactos estrechos que reúnen las condiciones y que pueden haberse contagiado, tienen que estar 45 días aislados. Ese es el periodo de incubación de la enfermedad. Implica que los tendremos vigilados esos 45 días para cortar con la cadena de contagio y aseguraros que, si se enferman, no contagiarán a nadie más”, completó.

El referente de Zona Sanitaria IV precisó que “un cinco por ciento de la población de roedores de Neuquén está infectada”,  y que “el ratón colilargo es un reservorio de la enfermedad, vive con ella dentro de su cuerpo. Nuestra zona endémica es casi toda la provincia”. 

Además, describió que el contagio se da “entrando en contacto con las secreciones  del ratón, como su orina, saliva, y materia fecal” y que los espacios más propensos son aquellos “cerrados por mucho tiempo, oscuros, húmedos”, como también los caminos rurales no habilitados: “Si nos desviamos de los senderos señalizados, comemos una frutilla del suelo, cosechamos rosa mosqueta, es de riesgo porque el ratón hace lo mismo”, y concluyó: “Toda actividad rural implica un riesgo, mayor o menor dependiendo de dónde nos metemos”. Por otra parte, indicó que “al virus lo mata rápidamente el sol” y que “el ratón no anda en lugares abiertos”.

Sobre las medidas de prevención:

La cartera de Salud recomienda no entrar en contacto con roedores o sus deposiciones; no ingresar a galpones o viviendas que hayan permanecido cerrados por largo tiempo sin antes ventilar adecuadamente; no realizar tareas de desmalezado o recolección de frutos en área de matorrales sin las medidas de protección correspondientes (barbijo tipo N° 95).

También se aconseja acampar en lugares habilitados; limpiar y despejar alrededor de las viviendas y mantener la leña ordenada y alejada de los hogares.