Aprender a desvincularse
En el complejo y rico tejido de relaciones humanas, podría haberte sucedido que te hayas sentido poco valorado e incluso en alguna circunstancia no querido. Tal vez una de las explicaciones que podrías darte sería echar culpa a la otra persona por cómo te hizo sentir con determinados actos o conversaciones que restaron y lastimaron. Así vamos transitando la vida con una caja selectiva en la memoria que nos activa el cortisol y el estrés a cada rato. De esta manera, lo único que se logra es darle más entidad a lo que te hizo o hace mal.
El lugar que uno elige posicionarse ante determinado conflicto puede tendernos una trampa y hacernos creer que uno es víctima de las decisiones de los otros. Hoy quisiera proponerte que puedas correrte de ese lugar para alivianar la carga que tal vez estés llevando.
El deseo que el otro cambie, es una ilusión, podemos ayudar, pero poner en acto la voluntad para modificar formas o maneras es algo que solo puede hacerlo la persona que las tiene. Por lo tanto, es la imaginación quién nos teje una trampa creyéndonos que tenemos el control sobre determinadas cuestiones del otro cuando en realidad, lo primero que sería saludable es reconocer y soltar lo que no depende de uno.
Transformar toda la energía del enojo y del dolor en un camino de sanación podría ser una de las mejores maneras de transitar el hoy. Cada vivencia significativa que tenemos puede ser una oportunidad para ser mejores. Julio Gartner sobrevivió a cinco campos de concentración y con 94 años, nos dice: “olvidar es imposible porque vi todos los horrores. Pero tengo que ver lo bueno, ver para adelante...Tener una rabia eterna no lleva a ningún lado. Mi propuesta de vida es ver las cosas por el lado positivo” Hoy quisiera regalarte una pregunta para que uses ante la próxima adversidad/desafío que te toque:
¿Cómo puedo hacer de esta situación una posibilidad de crecimiento personal y bienestar?
Lejos de altruismo imposibles o de utopías, quisiera incentivarte a que puedas vivir con más paz, desde lo posible, concreto y real que nos ofrece la vida.
Espero que esta reflexión te haya sumado y te mando un fuerte abrazo.
Esta nota está escrita por Wences Gómez Caride, Coach y especialista en desarrollo humano.
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