Estudiantes y profes de 4° ''A'' del CPEM 57 realizaron una ''Campaña sobre Patrimonio Cultural Regional''

Esta acción cuenta acerca de la preservación del arte rupestre que se encuentra en la zona.
Para llevar adelante esta campaña, estudiantes y profesores trabajaron con el antropólogo Prof. Franco Mattighello de Patrimonio Cultural de la UNCO, con Federico González de la Comunidad Mapuche Curruhuinca, con Samanta Villanueva de Conservación y Pablo Agnone Guardaparque de Quila Quina, ambos pertenecientes al Parque Nacional Lanín quienes nos brindaron conocimientos para poder encarar esta propuesta educativa.
La profesora Lic. Ana María Tapia, transita con dichos estudiantes el espacio curricular Procesos de la Comunicación, donde trabajan aspectos que tienen que ver con prácticas, consumos culturales y dinámicas de socialización, presentes en los espacios de interacción social (las redes en el espacio público virtual), a través de las que se sostienen y construyen identidades grupales.
Ella fue quien dio a conocer cómo hicieron posible este recorrido, que tiene igual importancia y magnitud que el resultado:
''Con la aparición de la propuesta de Franco se me ocurrió abordar la interculturalidad, la comunicación y el poder: pensar estas representaciones milenarias como una huella del pasado que está; pero es desconocido por la mayoría de nosotros, y que son parte del patrimonio cultural material e inmaterial.
Lo que es conocido es el patrimonio arquitectónico de la localidad, pero muy poco se sabe, por parte de la comunidad, acerca de la existencia del arte rupestre local. Y eso da cuenta del poder que tienen ciertos relatos como valiosos y otros que no lo son tanto. Muchas veces se le da valor a algunas cosas y otras son poco valoradas e incluso desconocidas. Esto tiene que ver con el poder y el valor que tienen ciertas cosas en desmedro de otras.
Entonces pensamos de qué manera se podía poner en "agenda", trabajar con los medios de comunicación, un tema tan importante como lo es el arte rupestre local porque además, muchas de estas representaciones que son parte del ejido municipal, se encuentran vandalizadas. Producto de eso es que quisimos hacer la campaña y conocer las pinturas para tener nuestros propios registros fotográficos. Parte de la estrategia que tiene la Dirección de Patrimonio Provincial, el Parque Nacional Lanín y las comunidades, es preservarlas sin que sean visitadas. Porque la finalidad es conservarlas y cuando no hay un buen manejo o un criterio de ordenamiento para que se conozcan suelen quedar ocultas como una medida de protección.
Si uno sale a caminar por determinados sitios del pueblo y se las encuentra, porque tiene algún dato, puede apreciarlas ya que están expuestas en paredones. Otras veces hay gente que pinta o raya rocas o piedras y sobreescribe las pinturas rupestres. Entonces, para que ese conocimiento y esta problemática, no quedara atrapado en un espacio áulico, decidimos armar esta campaña.
Y ahí es donde empezamos a soñar la posibilidad de ir a conocerlas. Sabíamos que no se podían visitar y que para hacerlo necesitábamos una autorización de provincia que nunca llegó. Entonces hablamos con gente de la comunidad Mapuche Curruhuinca y ahí arrancó la odisea de llegar hasta el lugar. Ni el municipio, ni distrito escolar , ni una gestión que hicimos con la naviera nos permitió acercarnos al lugar. Enviamos notas a diversas instituciones, entidades que tienen programas de responsabilidad social empresaria y nada. Mientras diseñamos nuestro proyecto de difusión, los chicos armaron un kiosco en el colegio y durante un tiempo nos organizamos para juntar $100.000 y con la colaboración de $50.000 de Aten, pudimos contratar dos combis.
Hay un filósofo marxista Walter Benjamín que decía: en la época de la reproductividad técnica (fotos y filmaciones) el valor que se pierde en la obra de arte es el aura, porque cada obra, está atada a su aquí y ahora. Es decir que cada obra de arte tiene un tiempo y un espacio determinado que sigue un trayecto a partir de su creación. Pudimos ver la obra de arte (arte rupestre ) y donde se creó ( ese refugio natural en Quila Quina). Vimos el objeto y su envoltura. Nosotros estuvimos en un lugar donde antepasados escribieron o pintaron esas piedras. Es la aparición de una lejanía de 1000 o 2000 años que se acerca, al poder ser contemplada.
Y así llegamos. Recorrimos un trayecto en combis, luego una hora y media de caminata en el bosque, con nuestros equipos de fotografía y filmación, pudimos llegar al lugar. Hicimos el registro, las entrevistas y volvimos a San Martín de los Andes para encarar el proyecto de difusión. Tuvimos que hacer algunas modificaciones, dado que el tiempo que nos llevó juntar el dinero, significó contar con menor tiempo para la posproducción y edición. Pero lo logramos...''
Compartimos las piezas audiovisuales con los principales protagonistas que narran esta historia. Una historia que es parte de la identidad y la memoria colectiva, y además se pone en valor el conocimiento histórico y científico de la humanidad.