Ludopatía en adolescentes: por qué puede ser la puerta de entrada para la ansiedad y la depresión
En Argentina, la participación de menores de 18 años en plataformas de apuestas online, así como en casinos y bingos, está prohibida por ley. Sin embargo, la adicción al juego, conocida como ludopatía, está aumentando entre los adolescentes, un grupo especialmente vulnerable debido a su etapa de desarrollo emocional y cognitivo.
Según un informe del Observatorio de Adicciones y Consumos Problemáticos de la Defensoría del Pueblo bonaerense, el 12,5% de los jóvenes argentinos de entre 15 y 24 años ha apostado online en algún momento de su vida. Esta cifra aumenta al 15,5% en el grupo de 25 a 34 años.
La ludopatía, definida como un trastorno psicológico caracterizado por la compulsión a apostar, afecta gravemente la vida personal, familiar y académica de quienes la padecen.
Walter Martello, director del Observatorio, señaló que la pandemia y el aumento de la conectividad potenciaron el negocio de las apuestas online en América Latina. Estas apuestas activan en el cerebro las mismas áreas que las sustancias psicoactivas, creando una dependencia mental similar. Históricamente, los jugadores patológicos eran mayoritariamente adultos mayores de 45 años que apostaban en lugares físicos.
Hoy en día, la modalidad de juego virtual ha cambiado el perfil del jugador hacia jóvenes de 15 a 35 años, muchos de ellos estudiantes secundarios o universitarios, que pasan largas horas en plataformas online.
El informe también revela que las apuestas online son más comunes en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA), con un 9,07% de incidencia, comparado con el 7,46% en otras regiones del país. En cuanto a las preferencias, el fútbol es la principal opción para el 41,2% de los apostadores, seguido por los bingos (37%) y el boxeo (16,8%).
Impacto en la salud mental de los adolescentes
La ludopatía infantil genera secuelas emocionales y psicológicas, como cambios de humor, ansiedad, tristeza e insomnio. Incluso, también puede ser la puerta de entrada para la depresión.
Sonia Almada, licenciada en psicología de la Universidad de Buenos Aires, magíster Internacional en Derechos Humanos para la mujer y el niño, violencia de género e intrafamiliar (UNESCO), sostiene a Infobae: “La adicción al juego entre los adolescentes se relaciona con otras conductas de alto riesgo, como el tabaquismo, el consumo de alcohol o drogas. Se asocia a niveles más altos de ansiedad, depresión, impulsividad, propensión al riesgo y desinhibición”
“Estos adolescentes muestran más dificultades en su rendimiento académico y más problemas de conducta, así como mayor tendencia hacia comportamientos por fuera del marco de la ley tanto familiar como social. La mayoría de los adolescentes no son conscientes de que tienen un problema de juego y suelen percibir los riesgos asociados como algo que podría suceder en el futuro, pero no de forma inmediata y que podrán detenerse cuando quieran”, agrega Almada, quien es especialista en infancias y juventudes en Latinoamérica (CLACSO) y fundó en 2003 la asociación civil Aralma, que impulsa acciones para la erradicación de todo tipo de violencias hacia infancias, juventudes y familias.
“La adicción es definida como una dependencia física y psicológica persistente hacia sustancias o comportamientos, y puede manifestarse como ludopatía. Este comportamiento afecta no solo la salud mental y financiera individual, sino que también debilita las relaciones familiares. Tiene impactos importantes en toda la familia. La adicción al juego conlleva pérdidas económicas, acumulando deudas y, en algunos casos, llevando a prácticas financieras ilegales para mantener la adicción. La desconfianza y los engaños se vuelven comunes. Los jugadores tienden a mentir sobre la magnitud de su actividad de juego, creando un ambiente de secretismo. Este padecimiento ejerce un fuerte impacto emocional en las familias, generando estrés, ansiedad y vergüenza entre los miembros”, completa Almada.
Debido a sus características, el juego online es muy adictivo, mucho más que el juego presencial según detalla la experta: “Esto se explica por la inmediatez del premio, la velocidad con la que se hacen las apuestas y la intimidad y comodidad con la que se puede jugar con cualquier dispositivo electrónico. Además, se puede jugar en cualquier momento y en cualquier lugar”.
Y suma: “Como vulnerabilidad psicológica se han encontrado creencias erróneas acerca del juego, como la falta de conocimiento de que los resultados obtenidos se deben al azar y que no están relacionados con sus habilidades o estrategias del jugador. A nivel neurobiológico se ha estudiado que, a través de un proceso de refuerzo positivo en las primeras fases, brindando una sensación placentera de excitación, se ubica al servicio de necesidades psicológicas. Luego se convierte en un refuerzo negativo, se juega para aliviar la ansiedad, escapar del dolor o las preocupaciones”.
Almada sostiene que “algunos de los motivos encontrados en investigaciones es el uso de las apuestas como una nueva forma de ocio. El segundo motivo por el que empiezan a apostar es por recomendación de un amigo. Y el tercero se ven influenciados por sus círculos de amigos para adentrarse en el mundo de las apuestas, esto podría explicarse por el fenómeno de presión de grupo. Por último, algunos adolescentes apuestan para intentar ganar dinero de una forma rápida y fácil”.
Estrategias para combatir la ludopatía infantil
La Ciudad de Buenos Aires ha implementado medidas para enfrentar la ludopatía infantil. Desde el 24 de junio, se cerró la inscripción a nuevas licencias para operadores de apuestas y se suspendieron todos los convenios con posibles operadores.
Además, se bloquearon 772 URL de páginas de apuestas desde la red WIFI de las escuelas públicas y la red BA WIFI. Se están realizando talleres educativos masivos y se abrirá un dispositivo grupal especializado en el Hospital Álvarez para atender a menores con diagnóstico de ludopatía.
Martello destacó la importancia de la regulación y el control de las plataformas de apuestas, y mencionó que el anonimato en la web y redes sociales es un desafío complejo. También señaló que es crucial educar y concientizar a las familias sobre los peligros de la ludopatía infantil. En este sentido, España ha implementado medidas efectivas, como la prohibición de patrocinio en eventos deportivos y la restricción de mensajes de influencers.
Cuáles son las medidas preventivas para controlar la ludopatía en los niños y adolescentes
La prevención de la ludopatía infantil debe ser abordada desde múltiples frentes, explican los expertos. Además de la regulación de las apuestas online, es necesario implementar programas educativos que informen a los adolescentes sobre los riesgos del juego. Los clubes deportivos y las escuelas deben ser lugares clave para estas campañas de concientización.
“La naturalización por parte de la familia de la participación en juegos de azar es un factor de riesgo”, dice Almada. “Es muy importante que la familia transmite la idea de que involucrarse en juegos de azar puede conllevar riesgos, en contrapartida a la normalización y aceptación que existe por parte de la sociedad de estos comportamientos, evitando que los niños participen en juegos de azar durante la infancia”, agrega la experta.
“En las escuelas se deberían incorporar talleres acerca de esta problemática, la presión grupal y el bullying. Desde los medios apostamos a visibilizar la problemática con información sólida acerca de la problemática y sus consecuencias. Contrarrestar la percepción del juego como algo vinculado al éxito es fundamental”, agrega.
Los indicadores de ludopatía
El doctor Enrique De Rosa Alabaster, médico psiquiatra, neurólogo, sexólogo y médico legista, sostuvo en una columan reciente de Infobae: “El niño, al igual que el adulto, ocultará su comportamiento, buscará maneras que pueden implicar peligros diversos, dinero y, desde ya, irá descuidando progresivamente otras áreas, entre ellas el juego en su faceta positiva, en detrimento de esta forma más automática y de retribución comportamental inmediata”.
Así, el experto detalló algunos indicadores de ludopatía, en niños y adolescentes.
Apostar cuando se siente ansioso o deprimido
Irritación si no juega (no despegarse del Smartphone)
Pedir dinero a otras personas: a otros familiares (abuelos) o a amigos, pidiendo que no se comunique a los padres
Vender sus pertenencias, como por ejemplo, otros juegos
Robar a compañeros o a los padres
Arriesgar aspectos importantes de su vida como amistades y estudios por el juego
Búsqueda de revancha, perder dinero, pero tener la fantasía de una apuesta que lo recupere y así apostar cada vez más dinero
Mentir negando que juegue con frecuencia
Intentar dejarlo, pero ser incapaz
Cómo ayudar a un menor en riesgo
De Rosa detalló algunas acciones que pueden tomar:
Establecer límites claros: definir horarios específicos para el uso de dispositivos electrónicos y supervisar el contenido al que acceden los niños. Aunque esto puede parecer difícil de implementar, es esencial para establecer otros tipos de límites en edades y situaciones más complejas.
Hablar sobre los riesgos del juego compulsivo y las apuestas online: utilizar documentales, discutir casos recientes en las noticias o experiencias cercanas para abordar el tema con los niños.
Solicitar ayuda profesional cuando sea necesario: consultar a un psicólogo o psiquiatra si se observan signos de compulsión al juego. Es crucial contar con una perspectiva profesional, ya que pueden existir problemas subyacentes encubiertos por el juego, como cambios de comportamiento, aislamiento, irritabilidad o alteraciones en los patrones de sueño y alimentación.
Fomentar la participación en deportes, hobbies o actividades sociales: crear espacios donde los niños puedan encontrar satisfacción y mantenerse alejados del entorno virtual. Promover el contacto con la naturaleza y actividades que requieran mayor actividad física y menos pasividad.