Dialogamos con Walter Manríquez sobre cicloturismo. Además de ciclista es montañista, esquiador y profesor en Geografía.

¿Cómo te acercaste a la bici de montaña?

Me había comprado una bici cuando tenía 17 años. Era una todo terreno con ¡3 cambios! y empecé a salir a pasear los fines de semana. Y pasear en bici resultó algo placentero. Después a esa bici la convertí a 18 cambios y pude hacer mi primer viaje por la cordillera a los 19 años desde San Martín de los Andes  conociendo Bariloche y Villa La Angostura. De ahí en más viajar en bici por la Cordillera y por Chile se convirtieron en mi forma de vacacionar durante muchos años, ya que auto no tenía.

También participé de algunas pruebas combinadas, duatlones, triatlones porque antes de hacer ciclismo fui atleta federado de Neuquén durante tres años, por lo tanto, contaba con esa base del atletismo en pruebas de fondo de mediana distancia.

Además de bici de montaña practicás otras actividades. ¿Cuáles son y por qué lo hacés?

Sigo saliendo a correr. Me gusta correr a campo traviesa, más conocido como cross country y/o su variante del llamado trail running actual. También practico senderismo y montañismo, después me inicié en el esquí y en esquí de travesía.

¿Por qué lo hago? Desde que tengo memoria recuerdo que siempre me entretenía mucho con juegos que implicaban moverse y correr como la mancha, etc. Siempre correr y caminar, sobre todo, en un medio lo más agreste posible.

 ¿Qué es el cicloturismo?

Es simplemente hacer turismo en bicicleta, la cual tiene muchas ventajas. Lo más trascendente es el contacto con la naturaleza. Además, permite la exploración territorial y el acercamiento con la gente es muy diferente a otras formas de viajar. Es una actividad saludable que exige un buen acondicionamiento físico (y no hace falta ser corredor del Tour de Francia). Y además, es económica.

 ¿Cuáles son las perspectivas de la actividad en la zona?

Muchas y variadas. La ruta de los 7 Lagos ya es un clásico. Cuando la recorrí en octubre del año 90 era de ripio, muy angosta por tramos y todavía se usada el puente de madera frente a la hostería Ruca Malen. Ahora toda asfaltada demanda menos esfuerzo recorrerla. Por supuesto, visitar los lagos de la zona y se pueden combinar circuitos cruzando a Chile por algún paso internacional y volviendo por otro. Un circuito que se está haciendo mucho utiliza los pasos Hua Hum y Carririñe y el recorrido es todo por cordillera a un lado y otro del límite.

 ¿Hay una carrera formal para esta actividad?

Como el cicloturismo exige menos conocimientos técnicos que otras actividades y no se hace, en general, en medios agrestes como el montañismo, no se ha creado una formación para ser Guía de cicloturismo. Pero sí se han realizado cursos para contribuir a formar a quienes están trabajando o quieren hacerlo como Guías de Mountain Bike, de excursiones y/o viajes en bicicleta. En San Martín de los Andes se realizó en el año 2016 el primer curso de Guía de Mountain Bike mediante un convenio entre la UNComa, el Municipio y el Gobierno Provincial, del cual participé.

¿Qué plan de entrenamiento sería el adecuado?

El ciclismo es básicamente una actividad de “resistencia”. Por lo tanto, lo recomendable para quien quiera viajar en bicicleta es, desde el sentido común, pedalear todo lo que pueda durante varios meses antes de emprender el viaje. El entrenamiento también  depende de la duración del mismo y del tipo de área a recorrer.  Cuánto más largo es el viaje más peso llevamos y si la zona a recorrer es montañosa y con muchos caminos de ripio se hará más exigente, y por ende, en ambos casos se requiere más entrenamiento. Para ser más específico, para un viaje de más de una semana o dos, con salir a pedalear de 4 a 6 días y haciendo un promedio de entre 50 y 70 kms diarios o sumándolos y llegar a unos 300 kms por semana y durante 4 a 6 meses debería ser suficiente. Esto se debe relativizar según el nivel de actividad regular o diaria de la persona.

¿Qué recomendación podés dar a una persona que quiere comenzar con la actividad?

Que no es necesario tener una superbici de carbono. Con respecto al tamaño de la rueda hoy se están usando mucho las de 29 pulgadas y rinden más que las otras más chicas de 27,5 y las clásicas de 26. Pero si tenés una bici con rodado 26 se puede viajar lo mismo.

Sí recomiendo 24 cambios como mínimo para que las subidas no resulten tan exigentes. Pero se puede viajar con 21 cambios y hasta con 18.

Adquirir conocimientos de mecánica básica de bicicleta: saber parchar las pinchaduras, regular el funcionamiento de cambios y frenos, cambiar rayos rotos y llevar las herramientas básicas. Actualmente, las bicicletas usan 3 o 4 medidas de bulones que se ajustan con llaves Alen de 3 a 6 mm. Eso favorece mucho poder resolver problemas mecánicos. Son importantes llaves para ajustar palancas, rayos y para abrir o reparar la cadena. También elementos para limpiar y lubricar la cadena.

Es importante llevar algunos repuestos como elementos para parchar (parches, solución e inflador), rayos, una cubierta de kevlar si se transita mucho por ripio, un cable de cambio y de freno para quienes no tienen frenos hidráulicos. Bulones.

Usar alforjas atrás y adelante o llevar algo de peso adelante sobre un portaequipaje para que la bicicleta sea más estable. En ruta pavimentadas no genera mayores inconvenientes llevar la mayor parte o todo el peso atrás. Pero en caminos de ripio y con mucha pendiente, tanto subiendo como bajando, sí.

Si el viaje es muy largo, indefectiblemente se llevan alforjas atrás y adelante.

Es también muy importante la alimentación: beber mucha agua e ingerir alimentos cada 30 o 40 minutos.