Carlos Bilurón: “Antes de la discapacidad, hay una persona”

Desde una experiencia de vida marcada por un accidente, Carlos transformó el dolor en impulso y construyó un camino de inclusión a través del deporte adaptado. Hoy lidera la Asociación Civil Derribando Barreras, promueve nuevas disciplinas en Neuquén y sigue sumando espacios donde las diferencias se convierten en potencia.

Deportes09/07/2025Redacción NARedacción NA
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A los 16 años, un clavado en el río le cambió la vida. “Me estalló la quinta vértebra cervical. Era muy chico y en ese momento no tenía ni idea de lo que era el deporte”, recuerda Carlos Bilurón. Trece años después, no sólo reconstruyó su vida, sino que se convirtió en un referente del deporte adaptado en Neuquén. “Gracias a Dios yo acepté bastante rápido el tema del accidente. Estuve unos meses en Buenos Aires y después dije: tengo 16 años y me queda toda una vida por delante. Hoy tengo 29”.

En su trayectoria, el deporte fue clave: “El deporte salva vidas, te incluye, aprendés un montón. En un momento pensás: No tengo más nada que hacer, después de adquirir una discapacidad y no es así. Hay un montón de cosas para hacer”.

“Charly” como lo apodan todas las personas que lo conocen, no sólo practica atletismo y pádel adaptado, sino que junto a Diego Moliner fundaron la primera escuela de pádel en silla de ruedas de la región. “Somos la escuelita de pádel más grande del país. Estamos desde el 2 de noviembre del año pasado y eso es seguir derribando barreras ya sean sociales, culturales, arquitectónicas, lo que sea”, manifestó.

“Charly” preside la Asociación Civil Derribando Barreras, impulsora de múltiples iniciativas inclusivas, como las carreras Activando, el Open de Pádel y el Open de Paraatletismo, que ya lleva tres ediciones. “Tenemos bastante acompañamiento desde el gobierno. Cuando hicimos el Open, nos apoyaron. El deporte siempre va a sacar lo mejor de uno y va a salvar a más de uno también”, remarcó.

Cabe recordar que este año, en marzo desde el ministerio de Desarrollo Humano, Gobiernos Locales y Mujeres, a cargo de Julieta Corroza, se firmó un acta compromiso con la Asociación para fortalecer y fomentar actividades que promuevan el deporte, la inclusión y el trabajo en conjunto.

Sin embargo, aún hay desafíos. “Lo más difícil son las veredas. Vos decís, ah, están bien. No, no están bien. Ni las rampas, ni la señalización, ni el estacionamiento. Me pasó de caerme en una rampa, de que te digan en una zona de reserva ‘son cinco minutos y me voy’. O que usen mal el certificado de discapacidad”.

El día a día de Charly combina entrenamientos intensos con momentos de descanso. “Hay días que me levanto y quiero estar tranquilo en casa, y otros que voy dos horas a tirar clava y disco. Los miércoles entreno tres horas de pádel. Vamos a la mutual del BPN”, ubicada en calle Saturnino Torres y Linares en el Paseo de la Costa. “Antes había una sola cancha accesible, pero Germán, el concesionario, adaptó la puerta para que pudiéramos ingresar con las sillas. Hoy usamos las dos canchas”, valoró y también destacó la importancia de la empatía cotidiana. “Que pregunten: ¿necesitás ayuda?, no tanto sumergirse en la discapacidad, sino empatizar. Antes de la discapacidad, hay una persona. Es romper con eso. Dejemos de lado la silla, es algo tan simple”.

A días de celebrar el décimo aniversario de la Asociación Derribando Barreras, el camino continúa. “Siempre hay cosas para trabajar y a pesar de que pasen las diferentes personas en las gestiones, que no se pierda el eje: Que la visibilidad y el desarrollo sigan para todos. Todo se puede, es cuestión de proponérselo, romper las barreras y salir adelante. Es difícil, sí, pero si le decís al de al lado che, necesito esta ayuda, se hace más fácil”, concluyó.

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