Dos proyectos de ley para se declare la emergencia hídrica del Paraná, el Limay y el Neuquén

Actualidad 30 de julio de 2021 Por Redacción
La autora de ambas iniciativas es la Senadora por Neuquén Lucila Crexell, del Movimiento Neuquino, quien basó sus proyectos en la las consecuencias sociales y económicas que traerá este fenómeno.
rio neuquen

Ingresaron al Senado de la Nación dos proyectos de Ley proponiendo que se declare la emergencia hídrica, por 180 días, tanto en la cuenca del Paraná, como en las cuencas de los ríos patagónicos Limay y Neuquén, afluentes en este caso del río Negro.

Se solicita al Poder Ejecutivo crear “un fondo especial, con aportes del Tesoro nacional, para hacer frente a las acciones de asistencia a los damnificados y reconstrucción de las economías afectadas”.

En el caso del Limay, la Senadora argumentó que “por la imposibilidad de retener agua”, habrá dificultades en la captación de agua para potabilizar en las localidades ubicadas aguas arriba de las represas. 

Sobre la situación en el Paraná, la propuesta de Crexell determina que “uno de los fines de la declaración es garantizar el acceso de la población al agua potable, ya que, ante la bajante, las empresas potabilizadoras de agua tienen mayor dificultad para tomar el agua, la que llega mezclada con barro y algas”. Y planteó que otra de las metas es “garantizar la navegabilidad a fin de que los flujos de comercio exterior sigan vigentes”.

En los considerandos, Crexell tomó como referencia lo expresado por Viceministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la Nación, Sergio Federovisky, cuando indicó que “probablemente estamos ante la bajante más pronunciada y de mayor duración de los últimos cien años”.

El diagnóstico respecto de los ríos patagónicos, es que “la ausencia de precipitaciones y la falta de nieve anticipan un período de escasez del recurso que requerirá de medidas extremas”, y destacó que “el mayor problema se presenta en las localidades emplazadas aguas arriba de las represas, ya que les es imposible retener el agua y, dada la escasez del recurso, se generarán dificultades para el acceso a la misma”.
La falta de agua, por otra parte, repercutirá en el abastecimiento eléctrico del país, atento que “la cuenca de los ríos Neuquén, Limay y Negro tendrá limitantes para la generación de energía eléctrica, ya que el agua estará en función de los usos para abastecer las necesidades de los pobladores”. 

Desde lo fiscal, se pretende facultar al Poder Ejecutivo a instrumentar “regímenes especiales de pago que abarquen a los contribuyentes afectados”, y se prevén “prórrogas en los vencimientos de obligaciones impositivas y de la seguridad social, y suspensión de juicios de ejecución fiscal”, entre otras.

Crexell, en relación a las futuras proyecciones del clima, citó a los expertos del Instituto Nacional del Agua, e hizo referencia a la existencia de una “Alerta Roja por Bajante Extraordinaria”, lo cual “refleja que la situación podría durar tres meses más, prevaleciendo una tendencia descendente en todas las secciones del río Paraná en territorio argentino, y posiblemente una tendencia similar en el último trimestre del año”. 

Para la región del Comahue, la Senadora neuquina tuvo en cuenta un informe presentado por el representante de la Provincia del Neuquén en la Autoridad Interjurisdiccional de Cuencas (AIC), Elías Sapag, quien reclamó la declaración de la Emergencia Hídrica “a fin de garantizar la disponibilidad del agua que existe en los embalses para abastecer a las ciudades, industrias y riego, por sobre la generación de las hidroeléctricas”. Todo vinculado “a una sequía de 13 años que se agravó en los últimos meses, con 4.000 millones de litros menos de agua que el pasado año”.

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