Compartimos el comunicado que emitieron los trabajadores y las trabajadoras de la empresa Castelli, para dar a conocer la situación que viven:

El decreto 14/2020 entró en vigencia en el mes de marzo de 2020. Durante el periodo de 8 meses que duró este acuerdo, la suma estipulada de $4000 mensuales no fue abonada por la empresa. Este dinero corresponde en su totalidad al periodo marzo/octubre del año 2020.

La deuda que la empresa mantiene con Trabajadores y trabajadoras supera ampliamente este monto. No obstante, y luego de haber solicitado alguna respuesta de la parte empresarial en reiteradas oportunidades, sólo hemos obtenido excusas y dilaciones. Al llegar a verse desbordada nuestra situación económica familiar, se definió por mayoría absoluta, a partir del día 28 de enero de 2021, iniciar una retención de tareas y declarar el estado de asamblea permanente en reclamo, en esta oportunidad sólo de la suma acordada anteriormente.

Queremos remarcar que al día de la fecha también se nos adeudan la suma de $20.000 en concepto de pago de cuota única en 3 veces y la primera cuota de los acuerdos A1 y A2, de $23.360.

Cabe mencionar que desde marzo 2020 estamos percibiendo el sueldo en 2 cuotas, la segunda parte percibida el día 20 de cada mes aproximadamente, con el endeudamiento que esto implica cuando el salario no sufre incrementos y en medio de la brutal devaluación que vivimos.

Sabemos que con el funcionamiento de la empresa se sostienen más de una decena de familias que percibimos el salario de forma directa, pero a la vez, el transporte público cumple un rol fundamental en la economía de miles de familias que se desplazan a diario hacia la localidades de Junín y San Martín de los Andes, sosteniendo sus puestos de empleo, turnos médicos, trámites y una multiplicidad de situaciones de las que somos testigos día a día a través del contacto con los usuarios y usuarias del servicio. Creemos firmemente, que desatender a esta situación es claramente un acto de desidia injustificada, y una forma de violencia explicita hacia las personas que trabajamos arduamente para llevar el dinero a nuestros hogares, cada vez más castigados.

Con lo expuesto anteriormente queremos expresar que desde el inicio de la pandemia nos presentamos en nuestros puestos de trabajo con responsabilidad, y hemos puesto toda nuestra voluntad y fuerza de trabajo a disposición de la empresa, no desconociendo la actual situación sufrida a nivel global, pero han trascurrido 11 meses sosteniendo día a día esta realidad económica, y el caudal de pasajeros ha ido en franco aumento.

Hoy, la economía de los trabajadores y trabajadoras de la empresa Transporte Castelli está diezmada, quebrada, parece depender únicamente de la entrada de un subsidio, y no de la sostenida voluntad de trabajo, que viene siendo manifestada por trabajadores y trabajadoras cada día desde el inicio de la pandemia.

Si los subsidios no aparecen, la única respuesta de los empresarios es que el dinero no es suficiente para abonarnos por lo genuinamente laborado. Nos preguntamos si esta es la misma respuesta que debemos darle a nuestras familias al momento de cubrir nuestras necesidades básicas.