“No puedo contarle a mi hijo que la perra que lo atacó está libre y a 6 cuadras de mi casa”

Actualidad 29 de marzo de 2024 Por Redacción
Jota, el papá del niño mordido brutalmente por una perra callejera, relató la pesadilla vivida por su familia el día del accidente, mientras continúa denunciando “para que ninguna persona tenga que vivir esta situación”.
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En los últimos días, la comunidad entera se vio estremecida por la noticia de un niño de San Martín de los Andes que había sido atacado brutalmente por parte de una perra callejera. Tras ser herido de gravedad, el pequeño Luca resultó con 60 puntos en la cabeza, siete heridas en la pierna, dos mordeduras adicionales en la zona de la espalda, y debió atravesar una cirugía de más de dos horas. 

Al precisar cómo se dieron los hechos, su padre señaló, en diálogo con Radio Fun, que tuvieron lugar el primer día de clases, a la salida de la escuela, cuando su hijo fue invitado por un compañerito a almorzar a su casa, ubicada en un campo donde avanza la construcción de un loteo. 

“Cuando llegan, el compañero le cuenta que había llegado al lugar una perra vagabunda y que había parido unos cachorros ahí en el hotel. Se acercaron, sin estar encima ni agarrándolos, pero la perra lo desconoció y lo atacó directamente a la cabeza”, señaló Jota: “Era una película de terror. La mamá del compañerito salió corriendo a sacar a mi hijo de los dientes de la perra, y cuando se lo llevaba a upa para meterlo adentro de la casa y llamar a la ambulancia, lo volvió a atacar y lo agarró de la pierna, lo sacudió, se cayeron, hasta que la mujer logró sacárselo de nuevo y se metieron a la casa”.

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Consternado, el hombre relató que la perra, que había quedado a resguardo de Guardas Ambientales, a la espera de que se verificara o no la presencia de alguna enfermedad, fue liberada tan solo dos días después del hecho: “No solo no esperaron los diez días para ver si tenía o no tenía rabia, sino que se la entregaron a una señora que la conocía de ir al loteo este donde estaba con sus cachorros, pero que no era la dueña. Se la entregaron así, simplemente. Luego me enteré que la mujer pertenece a alguna agrupación de adopción o tránsito de mascotas. La retiró como una perra buena para darla en adopción a otra familia. Yo quiero que ninguna persona, ni ningún niño tenga que vivir esta situación”.

Con respecto a Luca, el hombre detalló que “físicamente ya se está recuperando, puede caminar bien de nuevo, volvió al colegio, le sacaron todos los puntos de la cabeza y de las piernas, pero psicológicamente tiene mucho miedo”, y continuó: “Fue una desgracia con muchísima suerte. Si esas mordeduras hubieran sido en el cuello, hoy no estaríamos hablando así”.

Lo que más angustia al padre del pequeño, que reclama que se practique la eutanasia sobre la perra agresora, es que el can no solo se encuentre libre, sino a pocos metros de su casa. “Lo único que a mi hijo le daba tranquilidad era saber que esa perra estaba encerrada y hoy no puedo contarle que está libre, porque no quiero que a su miedo se le sume saber que anda por ahí, y que la mujer que la retiró vive a seis cuadras de mi casa”, lamentó.

“Leyendo la Ordenanza de Tenencia Responsable de Mascotas con el Defensor del Pueblo, notamos que tiene un montón de grises”, señaló Jota: “Como las canilleras están llenas, tienen un montón de animales y cualquiera que va a hacerse cargo de una mascota se la entregan, sin contemplar este accidente. La gravedad está en la magnitud del hecho. La Ordenanza dice que luego de una mordedura, si el dueño va y se hace responsable, pueden hacer controles en un veterinario privado. El tema es que la mujer no era la dueña, aunque manifestó hacerse cargo. La perra salió de Guardas sin estar chipeada. Me parece una responsabilidad social bastante grande que esa perra esté así y para colmo darla en adopción a otra familia. Yo no quiero que esto le vuelva a pasar a nadie más”. 

El padre del pequeño confirmó que ya realizó la respectiva denuncia policial y que también expuso esta situación en el Concejo Deliberante y en la Defensoría del Pueblo, desde donde se realizaron las actuaciones respectivas. Para finalizar, expresó: “Me gustaría que esto al menos sirva para reglamentar mejor la Ordenanza y que no le vuelva a ocurrir esto a otra persona. Entiendo que no hay que sacrificar a una mascota a una primera mordedura, pero también hay magnitudes de accidente. Esto que pasó no fue una simple mordedura, fue un ataque feroz. Quisiera que cambien la Ordenanza y que haya un control más exhaustivo desde Guardas Ambientales”. 

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