El investigador de Conicet y director del Centro de Investigación y Desarrollo en Fermentaciones Industriales, Sebastián Cavallito, aseguró: "Haber logrado un test producido en el país te independiza, al menos de forma parcial, del mercado internacional” y continuó: “Más en un momento donde todos los países están comprando insumos”.

La idea del test es básicamente un dispositivo que funciona de manera similar a los test de embarazo, pero en vez de ser orina, es una gota de sangre que permite saber en cinco minutos si se tiene antígenos de sars covid 19. En medio de una economía golpeada, este invento es una palmada a la espalda a “la soberanía nacional en la lucha contra la pandemia”.

Dicho test ya se encuentra en fase de producción con la intención de llegar a los laboratorios y centros de salud para noviembre, bajo el nombre comercial de FarmaCov test.

Desde sus casas, junto a su equipo “empezamos a pensar en elaborar un test, algo útil y necesario que permitiera un diagnóstico veloz”, explicó Cavallito, que además explicó que el covid "vino para que se tengan que reescribir todos los libros sobre virus, se comporta distinto a todo lo conocido".

La intención no solo era la de realizar un descubrimiento que enaltece la producción nacional, sino que ese sistema de detección “pudiera ser utilizado por el Estado en salitas de atención primaria barriales y en las guardias de hospitales; pero también por privados en fábricas o lugares de trabajo con mucho personal que por ser de un sector esencial no pueda parar la producción y deba conocer el estado de sus trabajadores semana a semana".

La intención del test no es la venta libre en farmacias, sino que sea una herramientas para las autoridades sanitarias o los jefes de grandes empresas para poder mandar a sus hogares a quienes den positivo. La idea principal del descubrimiento es que sea una herramienta fundamental para frenar el avance del covid en el país. “Es una herramienta epidemiológica, se necesita saber quién da positivo y quién no para que una autoridad indique el protocolo a seguir”, afirmó Cavallito.

El testeo básicamente detecta los anticuerpos que se forman en las personas al contraer el virus. Por un lado el Igm, que aparece a la semana de enfermarse y el IgG, que se hace visible ya en el curso de la enfermedad, explicó Cavallito.

Es similar a los procedimientos que debe realizar un paciente con diabetes, ya que "se punza en dedo del paciente con una lanceta, se extrae una gota de sangre y se la coloca en el test que contiene dentro una tira reactiva", detalló.

Ahí además se agrega un reactivo químico que es el que avisa sobre la presencia de esos anticuerpos, que en caso de ser positivo marca dos líneas, como el test de embarazo, y en caso de ser negativo, una sola.

Con el objetivo de crear un test 100 por ciento nacional, el equipo de científicos, integrado además por Brenda Bezus, Andrea Ramírez, Juan Pablo Bracho y Gastón Ortíz, buscaron alternativas locales tanto para las nanopartículas de oro que le dan color a las líneas del test como el casete de plástico del test.

Además, la proteína necesaria para el testeo será también producción nacional, logrando así un elemento que, en su totalidad, será elaborado en el país. "Estamos muy orgullosos de haber logrado producir para el país este sistema de detección rápida", concluyó.