Informe de las sendas de ascenso al volcán Lanín

Lo realizó el SEGEMAR y se lo presentó a la Administración de Parques Nacionales. El mismo muestra la susceptibilidad del movimiento del suelo. Permitirá determinar las zonas peligrosas y definir si hay que reubicarlas o cerrarlas.
volvan lanin

Luego de los últimos eventos de derrumbes y accidentes en el Volcán Lanin, la Administración de Parques Nacionales solicitó que se realice un relevamiento y un informe. El mismo fue presentado la última semana de septiembre y permitirá definir cómo y en qué condiciones continuar con los ascensos.

El pedido de informe, surgió a raíz de la ocurrencia de movimientos de laderas en las sendas de ascenso al volcán a principios de este año, oportunidad en la que una caída de rocas ocasionó lesiones a tres montañistas que debieron ser rescatados mediante helicóptero. Este hecho activó el Protocolo de Remoción en Masa dependiente de la Red de Organismos Científico-Técnicos para la Gestión Integral del Riesgo (Red GIRCyT).

Personal de la Dirección de Geología Ambiental y Aplicada (DGAA) y del Instituto Nacional de Tecnología Minera (INTEMIN) del Servicio Geológico Minero Argentino (SEGEMAR) mantuvieron, durante esta última semana de septiembre, encuentros virtuales con autoridades y guardaparques de la Administración de Parques Nacionales (APN) y guías de montaña locales, a fin de comentar los resultados del informe preliminar sobre la susceptibilidad a la remoción en masa en las sendas de ascenso al volcán Lanín, en la provincia de Neuquén.

El informe técnico del SEGEMAR, elaborado por los geólogos Eduardo García Araoz, Roberto Cravero y Nicolás Chiavassa y la geofísica Victoria Olivera Craig, bajo la coordinación de la DGAA, tuvo como objetivo, a partir de la recopilación de la información preexistente, definir y zonificar las potenciales amenazas asociadas con los procesos de ladera que pueden afectar las rutas para ascender al volcán.

Según señala el informe, las caídas de rocas son procesos reportados en forma frecuente en el Lanín y que revisten un particular peligro durante el ascenso al coloso neuquino, principalmente por encima de los 3.000 metros, y especialmente en la denominada zona de La Canaleta sobre la senda Norte. La velocidad de estos movimientos puede superar los 100 km/h y el volumen de material involucrado puede variar desde pequeñas rocas individuales hasta grandes bloques de centenares de metros cúbicos. Si bien estos eventos por lo general presentan un alcance reducido, pueden generar importantes daños por impacto, incluso cobrar vidas.

La estructura volcánica del Lanín presenta condiciones favorables para el desarrollo de los procesos de ladera, dadas principalmente por la combinación de sus fuertes pendientes y la inestabilidad del material volcánico retrabajado por la acción glaciaria. A su vez, los grandes volúmenes de agua que periódicamente se desplazan sobre este material, resultado de la suma de la ablación de los glaciares, de la nieve acumulada y de las intensas precipitaciones estacionales, contribuyen a la situación de inestabilidad de las laderas.

A partir de los registros sísmicos de la red de monitoreo volcánico, recientemente instalada en el volcán por el Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (OAVV) del SEGEMAR, que permite entre otras cosas medir de la actividad microsísmica de movimientos acontecidos en la superficie del edificio volcánico, y de los datos provenientes de estaciones meteorológicas cercanas, los resultados preliminares del informe indican que los procesos de caída de rocas en el Lanín –un total 2.011 entre marzo y junio del 2021- registrados más intensamente durante la estación cálida de verano, “parecen estar desencadenados más bien por las variables meteorológicas (que condicionan la presencia de agua en las discontinuidades del macizo rocoso) que por la actividad microsísmica”, concluye el estudio.

Por su parte, la Lic. Alejandra Tejedo, Directora de la DGAA, señala que el informe presentado “apunta a otorgar información precisa y objetiva acerca de los peligros involucrados, que sirva de guía al momento de tomar decisiones en relación con la senda mencionada, y como base para la elaboración de planes de prevención y de mitigación de desastres”. Para un análisis exhaustivo “será necesario realizar una visita de campo con el fin de validar las observaciones realizadas y complementar la información disponible con datos de relevamiento geotécnico en terreno”, remarcó la profesional.

Los procesos de remoción en masa, o de ladera, son aquellos movimientos de suelo o roca que ocurren ladera abajo y en los cuales la gravedad es la principal fuerza involucrada. Según los mecanismos, la velocidad y el tipo de material implicado, existen diferentes tipos de movimiento tales como flujos, deslizamientos y caída de rocas, entre otros. El término de susceptibilidad geológica expresa la facilidad con que un fenómeno puede ocurrir sobre la base de las condiciones locales del terreno.

El volcán Lanín, con sus 3.728 metros sobre el nivel del mar es uno de los atractivos principales del Parque Nacional homónimo. Cada año atrae a centenares de turistas que quieren alcanzar su cumbre. Para ello, y por su menor grado de dificultad técnica, la senda Norte es la vía más utilizada. Sin embargo, año tras año, en este trayecto se registran accidentes relacionados con eventos de caídas de rocas y derrumbes, algunos con desenlace fatal.

El Informe preliminar puede consultarse en el Repositorio Digital del SEGEMAR a través del siguiente link:
https://repositorio.segemar.gob.ar/handle/308849217/4161

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